Marcos Chicot (economista y psicólogo) dice en su libro ¡Me han despedido. Afrontar constructivamente el desempleo que "ser despedido supone un schock que nos hace experimentar una serie de reacciones similares a las sufridas por quienes padecen una enfermedad grave. El shock es practicamente inevitable, pero el modo de afrontarlo determinará que nos sumamos en una inactividad que puede llegar a ser crónica e incluso convertirse en depresión, o que en pocos días estemos activos y con una actitud positiva". En este libro de fácil lectura y con tres partes bien diferenciadas, se describen y analizan casos reales de personas que han perdido su empleo. Siguiendo el modelo de la doctora Elisabeth Kubler-Ross (especialista en el afrontamiento de enfermedades terminales), el autor describe las fases por las que pasa una persona que ha sido despedida: negación, ira, negociación, depresión y aceptación.
Negación: la mayoría de las personas pueden vivir la situación como algo ajeno. Esta reacción es natural e instintiva y nos intenta proteger de una realidad hostil.
Ira: en esta segunda etapa se puede experimentar una ira ciega, llena de impulsos instintivos hacia la empresa o los jefes. Por supuesto debemos controlar estos impulsos iniciales de ira y decidir con calma cuáles serán nuestros pasos. En este libro se nos recuerda que la comunicación es imprescindible para superar un trauma. Hablar sobre la situación y nuestros sentimientos nos puede ayudar a desahogarnos y poner en orden nuestras ideas.
Negociación: en los casos de despido esta fase suele ocurrir al principio. No tiene mucho sentido negociar el hecho del despido, pero sí negociar aspectos como la imdemnización, el finiquito, etc y revisar los datos por si hubiera errores.
Ira: en esta segunda etapa se puede experimentar una ira ciega, llena de impulsos instintivos hacia la empresa o los jefes. Por supuesto debemos controlar estos impulsos iniciales de ira y decidir con calma cuáles serán nuestros pasos. En este libro se nos recuerda que la comunicación es imprescindible para superar un trauma. Hablar sobre la situación y nuestros sentimientos nos puede ayudar a desahogarnos y poner en orden nuestras ideas.
Negociación: en los casos de despido esta fase suele ocurrir al principio. No tiene mucho sentido negociar el hecho del despido, pero sí negociar aspectos como la imdemnización, el finiquito, etc y revisar los datos por si hubiera errores.
Depresión: podemos llegar a descuidar nuestro aspecto físico, la higiene, las tareas de la casa, levantarnos tarde... Estos comportamientos indican que no nos estamos adaptando adecuadamente a las circunstancias.
Aceptación: no es fácil pero debe ser nuestro primer objetivo.
Aceptación: no es fácil pero debe ser nuestro primer objetivo.
Aunque la publicidad de este libro la veo un poquito exagerada, me quedo con esta frase "Si estás ocupado presta todo el apoyo posible al que no lo esté". Feliz entrada de año a todos y todas.
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